Con el extremo calor las llanuras del parque y especialmente el embalse donde se ubica el ecolodge se convierte en un escenario de fotografía que es único en el mundo. Porque esos colores naranjas  – marrones están presentes en el sol y en la tierra. El momento idílico se transforma en un espacio individual de desarrollo emocional que aporta a cada detalle, ilusión por vivir en este lugar y emoción por disfrutar la noche que llega en el ecolodge.